No te vas a creer lo que esta chica descubre detrás del espejo de su baño

Nueva York es una ciudad fascinante y en ella puede pasar de todo. No hay nada imposible en una ciudad así y Samantha Hartsoe lo descubrió por sí misma en su apartamento. Sam descubrió algo muy extraño y perturbador en su cuarto de baño, concretamente detrás del espejo que tiene encima del lavabo. Su apartamento era viejo y nada coqueto, por él habían pasado muchas personas de alquiler antes que ella y cada uno había dejado su sello en el piso, lo que Samantha no se esperaba es que se fuera a encontrar algo que más bien pareciese recién salido de una película de terror.

Una brisa extraña

En el piso de Samantha siempre hacía mucho frío y nadie sabía exactamente por qué. Corría siempre como una brisa gélida en toda la casa que realmente daba escalofríos y nadie quería nunca visitarla pues sus amigos decían que sentían que algo no iba bien allí, que sentían vacío al estar allí. Por otra parte, a Samantha le encantaba aquel apartamento en pleno centro de Nueva York y quiso saber por qué había esa extraña brisa y esperaba poder arreglarla ya que ella no pensaba que allí hubiera nada paranormal.

Buscando el origen

Cada vez, la extraña brisa era más evidente y se sentía con más fuerza en algunos lugares de la casa y en otros no tanto. Por esto, Sam comenzó a pensar que podría encontrar el origen de la brisa si iba buscando habitación por habitación. Empezó por la cocina, entró en todos los cuartos y se paró un momento a sentir ese extraño aire fresco, pero cuando entró al baño lo supo, venía de allí ya que era tan fuerte que incluso hacía que se le moviera el pelo ligeramente.

Frío con calefacción

A pesar de que descubrió que la brisa se originaba en el baño, Samantha no sabía exactamente desde dónde salía ya que allí no había ningún conducto de ventilación o ninguna ventana por donde se pudiera colar el aire. Todo era muy extraño e incluso cuando Sam ponía la calefacción centralizada en todo el piso, el baño seguía helado. Sam se empezó a preocupar mucho por la situación y le empezó a dar miedo que pudiera haber una presencia allí. Para compartir su miedo, hizo un video en Tiktok hablando de lo que le estaba pasando.

Siguiendo las pesquisas

Samantha explicó en su video de TikTok todas las sensaciones que le provocaba esa rara brisa helada y dónde la sentía más fuerte para ver si alguien había pasado por algo similar y pudiera guiarle o decirle qué era lo que estaba pasando en su baño. Sam dijo en su video que la brisa era muy fuerte si se ponía debajo del marco de la puerta del baño, la cual estaba justo en frente de su lavabo.

No encontraba respuestas

En un momento dado, Sam vio que bajo el lavabo había un pequeño agujero en la pared, entonces pensó, claro, debe venir de ahí porque no hay otra explicación razonable, así que sin dudarlo un momento, fue hacia allí y se agachó para comprobar con su propia cara si de ese pequeño agujero salía aire. Y sí, salía algo de aire, pero no había comparación, la brisa helada no venía de ahí ya que este aire era muy muy ligero y suave, al contrario de lo que se sentía en la puerta.

Encontró el lugar

Después de mucho pensar y explorar por toda la casa, Sam decidió ir pasando pegada a la pared de su baño y recorrer todas las esquinas a ver de dónde le venía la dirección del aire. Aunque pareciera una locura, ella ya no sabía qué más podía hacer para encontrar el origen de ese aire gélido que le tenía tan preocupada. De pronto, pasó por delante del lavabo, muy cerca de la pared, casi rozando su cara con el espejo, y lo notó tan fuerte que supo que lo había encontrado al fin.

Se puso muy nerviosa

Samantha dio un salto hacia atrás del susto que se llevó al sentir la briosa tan cerca y encontrar al fin el origen de esta. Se emocionó mucho al encontrarlo después de tanto buscar pero cuando se tranquilizó y lo pensó en frio, un escalofrío le recorrió toda la espalda al darse cuenta de que esa inquietante brisa venía nada menos que de detrás del espejo… Era todo muy surrealista y cada vez sentía más miedo.

Se quedó en shock

Cuando Sam descubrió al fin la fuente del aire que sentía, se quedó al principio paralizada pues no entendía cómo tanto aire podría salir de detrás de un espejo y sobre todo cómo se generaba si ahí detrás supuestamente no había más que pared. Todo parecía un caso sacado mínimo de cuarto milenio y Sam se quedó un rato en shock, pensando y mirando al espejo muy asustada. Pronto, logró reaccionar y decidió seguir investigando hasta llegar al fondo del asunto.

Había algo detrás del espejo

Sam estaba decidida a llegar al fondo del asunto a toda costa así que se puso a descolgar el espejo de la pared a ver qué era lo que había detrás. Cuando al fin consiguió quitarlo, su cara se desfiguró con lo que vio detrás. No se lo esperaba para nada y ahora entendía por qué salía tanto aire de allí, detrás del espejo de su baño había un gran agujero.

Algo muy sorprendente

Su cara decía exactamente todo lo que estaba pasando por su cabeza en esos momentos, los pensamientos le iban a mil por hora y no conseguía centrarse hasta que reaccionó y se atrevió a mirar por el agujero que acababa de descubrir delante de ella. Al asomar la cabeza por él, casi le da un mareo pues lo que vio detrás del agujero era aún más extraño todavía. Sam no se podía creer que algo así pudiera estar detrás del espejo de su baño.

Era cosa de película

Lo que Samantha descubrió al mirar a través del agujero que había en la pared e su baño, oculto tras el espejo, le dejó sin palabras. Allí detrás había otra habitación, era muy extraño y perturbador mirar a través y ver que allí podría estar viviendo otra persona que tenía un acceso directo a su piso a través del espejo del baño. Todo era muy siniestro y a Sam le vino a la cabeza la película coreana “Parásitos”.

Parásitos

Por si no habéis oído hablar de esta película coreana galardonada con un Oscar a la mejor película extranjera, os pondremos en contexto. El argumento de la película trata de una familia muy pobre que se empieza a aprovechar de una familia muy rica y les timan, además llegan a un punto en el que se cuelan en su casa y se quedan viviendo en ella sin que los dueños lo sepan. Sam, que la había visto recientemente, no pudo evitar pensar en que allí estuviera pasando algo similar.

¿Y ahora qué?

Aunque todo aquello le daba verdaderos escalofríos a Sam, estaba decidida a saber toda la verdad y en vez de llamar a un albañil para que cerrase el agujero, ella se armó de valentía y pensó en entrar a esa habitación e investigar a fondo qué hacía ahí ese extraño cuarto adicional colindante con su piso y sobre todo, quería saber por qué ese agujero no había sido cerrado jamás.

Preparándose para entrar

Esto era algo que Sam no podí8a hacer en solitario ya que si le pasaba algo allí adentro, por mucho que gritase nadie la oiría pues estaba sola en casa y nadie la encontraría así como así a tiempo para socorrerla en el caso de necesitarlo. Así que lo primero que hizo antes de entrar por el agujero, fue llamar a su vecino y amigo John para que la ayudara y estuviera allí con ella por si le pasaba algo.

Reuniendo el material

Una vez que John llegó al piso y Sam le puso al corriente de todo lo que había sucedido y del plan que tenía en mente, el siguiente paso era coger algo de material para entrar con seguridad a aquella extraña habitación. Podía olerse perfectamente el polvo y la humedad así que Sam cogió una mascarilla para no respirar todo eso, una linterna que se puso en la cabeza pues estaba muy oscuro y se dispuso a escalar. John intentó disuadirla de hacerlo pero no lo consiguió.

También cogió algo para defenderse

Aunque John intentó convencerla de no entrar pues no le daba buena espina y podría haber alguien viviendo allí o vete a saber, a Sam ya no había quién la parase y estaba decidida a entrar dijera su amigo lo que dijera. Sin embargo, sí que le hizo caso al consejo de llevar con ella algo para defenderse en caso de que hubiera alguien dentro y le atacase. Aquello parecía un thriller de terror.

Le costó bastante entrar

A Samantha le había parecido que entrar por ese agujero iba a ser más sencillo de lo que realmente fue, una cosa es decirlo y otra cosa bien distinta e hacerlo y cuando empezó a escalar por el lavabo, se dio cuenta de que no iba a ser tarea fáci8l, necesitó mucho equilibrio, elasticidad y mucha maña para entrar por ese pequeño agujero sin caerse o sin hacerse daño. Finalmente lo consiguió, las ganas lo pueden todo.

Estaba alto

Una vez que Sam consiguió meter una de las piernas, se dio cuenta de que por el otro lado la pared estaba más alta que por el suyo y tendría que dar un gran salto desde el agujero al suelo. Quizás podría caerse o quizás podría hacerse daño al aterrizar en las rodillas o los tobillos, por suerte, Sam alumbró con su linterna a un lado y había un tubo pegado a la pared por el que pudo bajar sin problema hasta el suelo.

En otra dimensión

Una vez que Sam estaba al otro lado y John vio que estaba todo bien, empezó a hacer bromas sobre si había entrado en Narnia a lo que Sam respondió que más bien parecía una dimensión paralela, ya que se encontraba en una habitación que era idéntica a su baño pero con la disposición al revés y la sensación era muy extraña, como de estar en otro mundo. Tras una puerta, al fondo, se veía una luz y Samantha se estremeció.

Un sitio muy sucio

Después de andar un poco por aquella habitación, Sam se dio cuenta de que se encontraba nada menos que en otro piso en el que había 3 habitaciones y el cual no estaba en las mejores condiciones desde luego. Había todo tipo de basura en el suelo, cajas llenas de trastos y bolsas con cosas rotas. Incluso en el W.C., había excrementos de a saber cuándo. Todo aquello era muy extraño y parecía que ese piso estaba completamente abandonado, o eso es lo que aparentaba.

Allí vivía alguien

Todo estaba en un estado de suciedad y abandono enorme que hacía creer a Sam que el piso estaba abandonado hacía mucho tiempo, sin embargo, cuando se empezó a fijar más en los detalles, se dio cuenta de que también había restos de comida fresca, una botella de agua y algunas ropas como colocadas de buena manera en una silla medio podrida. Aquello le daba escalofríos pero Sam quería ver si había alguien allí.

Muchas incógnitas

Había muchas cosas que no encajaban y Sam estaba comenzando a agobiarse un poco, muchas preguntas pasaban a la velocidad de la luz por su cabeza como por ejemplo, ¿qué clase de persona podría vivir así en esas condiciones? ¿Por qué nadie en el bloque conocía a ese vecino? ¿A dónde daba la puerta principal del piso si allí se conocían todos? Y por último, el bloque entero era de un señor, ¿por qué el casero permitía que ese piso estuviera en ese estado tan deplorable?

Subió su aventura a Youtube

Mientras Sam exploraba aquel extraño piso colindante al suyo pero del que no sabía su existencia, sacó su teléfono móvil y comenzó a grabarlo todo con gran detalle, comentando lo que veía, sus sensaciones, las teorías que ella tenía sobre aquel sitio y lo subió a Youtube para compartir la experiencia y que todo el mundo pudiera compartir sus opiniones y comentarios con ella. Al fin y al cabo, lo que le estaba pasando era algo que no sucedía todos los días.

El horrible descubrimiento

Mientras Sam iba andando por las diferentes partes del piso, escuchó un ruido, acompañado de un gemido muy leve. Todo su cuerpo se estremeció de golpe pero no dudó ni un segundo y corrió hacia el lugar de donde venía el sonido, al atravesar la puerta, su corazón dio un vuelco. Jamás en su vida había visto algo tan horrible y no podía creérselo. Había un anciano hacinado en aquel lugar, abandonado a su suerte, rodeado de suciedad y alimentado como si fuera un animal.

Ayuda

“Ayuda” era la única palabra que llegaba a pronunciar el pobre hombre con un ligero hilo de voz pues estaba a punto de desfallecer. Sam se volvió loca y comenzó a gritar a John para que llamase a emergencias mientras ella socorría al anciano. Por suerte, los equipos de emergencias consiguieron dar con la puerta del piso y echarla abajo pues estaba bloqueada. Salvaron al hombre y se descubrió que el casero tenía encerrado allí a su viejo padre porque no quería tenerlo en casa. Sin duda una historia de terror en la realidad.