Unos leñadores se llevan el susto de su vida tras encontrar algo siniestro dentro de un árbol

PUBLICADO EN 03/04/2021

Un grupo de leñadores se encontraban trabajando como de costumbre, talaban árboles, los montaban al camión y seguían talando. Todos los días era lo mismo, pues ese era su oficio, sin embargo, a ellos les encantaba lo que hacían y todo el grupo eran como una gran familia. Se llevaban muy bien todos y cada día de trabajo era una bendición. Lo que no se esperaba ninguno de ellos era que un día en concreto, fuese a cambiar sus vidas para siempre. Jamás podrían olvidar lo que aquel día descubrieron por casualidad dentro del tronco de un árbol.

Un día más

Ese día, los leñadores se despertaron temprano como de costumbre, desayunaron, se vistieron y cogieron sus coches para ir hasta el punto central donde quedaban y se iban hasta el bosque ya todos juntos en el camión. Hoy les tocaba una zona nueva, ya que habían terminado de talar la anterior así que era un día cualquiera pero especial ya que iban a otro bosque distinto. Ninguno de ellos se podía hacer una idea de la sorpresa que aquel bosque les iba a dar.

Un día más

Un día más

Explorando la zona

Lo primero que debían hacer los leñadores al llegar a una nueva zona para talar era explorar bien el terreno. No podían talar a su antojo y debían elegir bien qué árboles podían llevarse ya que tenían que tener un tamaño específico y unas características. Así fue que vieron una zona en la que casi todos los árboles eran perfectos y empezaron a moverse por allí. Finalmente decidieron que esa arboleda era idónea y comenzaron a talar.

Explorando la zona

Explorando la zona

Les esperaba una gran sorpresa

Ajenos a lo que les esperaba aquel día, todos empezaron a trabajar como de costumbre. A la hora del almuerzo pararon a descansar y a comerse el bocadillo o el tupper que les hubiera preparado su mujer antes de irse. Todos reían y bromeaban entre ellos y tras el descanso, continuaron trabajando. Unos cortaban árboles, otros transportaban los troncos cortados en el camión y otros dirigían a los compañeros.

Les esperaba una gran sorpresa

Les esperaba una gran sorpresa

Activistas medioambientales

Estos leñadores habían pasado todo tipo de situaciones de lo más extraño a lo largo de sus carreras. Desde accidentes laborales como cortarse con las máquinas o que se les cayera algún árbol para otro lado hasta tener que aguantar a grupos de activistas medioambientales que se podían atados a los árboles para evitar que los talasen. Les había sucedido de todo en todos los años que llevaban trabajando pero lo que iba a pasar ese día era nuevo, ninguno antes había visto nada igual.

Activistas medioambientales

Activistas medioambientales

Pueblo maderero

En aquella zona donde ahora se encontraban, había muchos árboles y bosques y se encontraba cerca del pueblo donde ellos vivían. Era una zona que vivía prácticamente de la madera ya que allí los árboles de castaño crecían muy rápido por el tipo de arena del suelo y el sustrato era muy rico. Por eso casi todos los jóvenes y no tan jóvenes de la zona eran leñadores y había trabajo de sobra para todos.

Pueblo maderero

Pueblo maderero

Trabajadores con experiencia

El grupo de leñadores era el mejor que había en la zona y les habían encargado unos trabajos muy concretos. Tenían que elegir bien los árboles que iban a talar porque esa madera después se iba a utilizar para hacer muebles de lujo y no podía ser madera con hongos o con imperfecciones. Por eso primero debían cerciorarse de que los árboles estaban en muy buen estado y no tenían nada raro.

Trabajadores con experiencia

Trabajadores con experiencia

Un árbol les llamó la atención

De pronto, mientras inspeccionaban la zona, vieron a lo lejos un árbol que les llamó mucho la atención porque tenía un gran agujero hecho de manera natural en medio. Esto pasaba muy rara vez cuando en el crecimiento del tronco se formaba alguna burbuja de aire y al crecer el árbol quedaba así. Ese tipo de árboles eran los más cotizados porque el dibujo de sus líneas interiores era más extraño y bello y quedaba precioso cuando se convertía en muebles. Así que se fueron directos a por él.

Un árbol les llamó la atención

Un árbol les llamó la atención

No se lo pensaron dos veces

Primero, lo miraron bien de arriba abajo para asegurarse de que la madera estaba bien y que el árbol no tenía hongos ni desperfectos y al comprobar que todo estaba correcto, se emocionaron mucho ya que ese tipo de árboles valía el doble. Sin pensarlo un minuto, cogieron las sierras y empezaron a talarlo. Estos leñadores solían trabajar de manera artesanal, utilizando la menor maquinaria posible, así que cogieron las sierras manuales y las hachas.

No se lo pensaron dos veces

No se lo pensaron dos veces

Era muy grande

Sin embargo y pese a sus esfuerzos, su técnica y su fuerza, el árbol era muy gordo y se resistía a ser talado. Así pues los leñadores tuvieron que pedir refuerzos y traer las sierras mecánicas que funcionan a gasolina para conseguir echar el árbol abajo. Aquel árbol era enorme y todos estaban muy emocionados, hacía tiempo que no encontraban uno tan bello y con esas características. Lo que no se imaginaban era lo que había dentro de él.

Era muy grande

Era muy grande

El árbol empezó a ceder

Al fin, y con la ayuda de varias sierras mecánicas, el gran árbol empezó a tambalearse. Poco a poco fueron llegando hasta el centro del árbol con una técnica muy depurada que hacía que el árbol cayera justo donde ellos querían. Todos los demás habían dejado incluso de hacer lo que estaban haciendo para mirar como caía ese gran árbol y por fin, se escuchó aquello que siempre dicen de “árbol va”. Todos comenzaron a aplaudir.

El árbol empezó a ceder

El árbol empezó a ceder

No podían moverlo

Al fin cayó el gran árbol y todos se pusieron muy contentos, ni siquiera imaginaban todavía lo que les esperaba, ese árbol les tenía aún guardada una gran sorpresa. Ahora el siguiente paso era subirlo al camión para transportarlo a la fábrica donde sería cortado y tratado pero se dieron cuenta de que había un gran problema. El árbol era más grande de lo habitual y ni la grúa podría con él ni cabía en el remolque del camión, necesitaban pensar una solución.

No podían moverlo

No podían moverlo

Cortado a rodajas

La única solución que había era fácil, cortarlo a rodajas con las sierras mecánicas para poder transportarlo bien. Así pues todos se pusieron manos a la obra, cada uno con su tarea correspondiente y solo algunos se dedicaron a cortar el gran árbol en rodajas más pequeñas. Cuando cortaron la primera, se dieron cuenta de que el interior del tronco estaba completamente hueco. Esto era un descubrimiento de lo más inusual.

Cortado a rodajas

Cortado a rodajas

Era muy extraño

Aquello que vieron al cortar el árbol en rodajas era muy extraño. El árbol tenía un gran hueco dentro del tronco, no habían visto algo así en mucho tiempo y seguro que ahora les pagaban mucho más por la madera pues saldrían mesas mucho más bonitas. No le dieron mayor importancia y siguieron cortando rodajas. El árbol estaba entero ya cortado cuando uno de los hombres se percató de que había algo dentro del tronco…

Era muy extraño

Era muy extraño

Algo muy siniestro

Uno de los leñadores miró hacia uno de los huecos del tronco y le pareció ver algo raro allí, sin embargo no le dio mucha importancia, en cambio decidió hacer el tonto un rato mientras el camión volvía para recoger esos trozos y quiso meterse dentro del tronco para gastarle una broma a uno de sus compañeros. Así pues metió la cabeza hasta el fondo cuando chocó contra algo, abrió los ojos y cuando vio lo que había allí, comenzó a gritar de terror.

Algo muy siniestro

Algo muy siniestro

Se quedó en shock

El hombre consiguió sacar el cuerpo del tronco como pudo mientras gritaba con cara de pánico y salía a correr hacía sus compañeros. Todos se asustaron mucho cuando le vieron así y pensaron que había habido algún accidente. Le preguntaba qué pasaba y él no era capaz de responder, solo sabía decir una palabra “monstruo”, lo cual produjo una carcajada general en el grupo. Aquel hombre era el bromista del grupo y todos pensaron que estaba haciendo una de las suyas.

Se quedó en shock

Se quedó en shock

No era ninguna broma

Todos creían que se trataba de una de sus bromas y por eso no le tomaban ya muy en serio, sin embargo cuando vieron que no se le pasaba el susto y que no estaba de broma, todos se preocuparon mucho. Uno de ellos intentó tranquilizarle para que contara que le había pasado y después de respirar y beber agua, les contó que dentro del tronco había algo, un monstruo con dientes afilados. Ninguno se lo podía creer.

No era ninguna broma

No era ninguna broma

Fueron a verlo por ellos mismos

Como todo lo que les contaba el hombre les sonaba muy raro y no podían entender qué le había sucedido, decidieron ir a mirar por ellos mismos el interior del tronco del árbol. Uno de ellos cogió una linterna y fue el primero en ir para allá y mirar dentro. Para nada se esperaba que la historia de su compañero fuera a ser real y cuando vio lo que había en el tronco, él también se asustó mucho.

Fueron a verlo por ellos mismos

Fueron a verlo por ellos mismos

Una bestia

Cuando aquel hombre respiró profundo y volvió a mirar dentro, corroboró lo que había dicho su compañero. No era un monstruo pero sí una bestia con los dientes muy afilados. No sabía muy bien lo que era pero lo que sí sabía es que fuera lo que fuera, estaba muerto. ¿Cómo demonios habría llegado hasta ahí un animal? El animal se veía perfectamente, estaba muy bien conservado y no había perdido la piel, era muy extraño.

Una bestia

Una bestia

Se formó un gran revuelo

Al enterarse todo el grupo de leñadores de que habían encontrado una bestia petrificada dentro de un tronco, todos quisieron ir a verla. Todos los leñadores dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron al lugar donde estaba el tronco para ver al bicho. Era sorprendente ver aquello allí metido y nadie se explicaba cómo podía ser posible. Todos los leñadores estaban muy confusos a la vez que sorprendidos y no sabían qué hacer.

Se formó un gran revuelo

Se formó un gran revuelo

Alguien dio una solución

Todos los leñadores se quedaron debatiendo qué hacer con aquello y estuvieron de acuerdo en que tenían que llamar a alguien. Decidieron llamar al ayuntamiento, le contaron toda la historia y desde allí mandaron a unos científicos para analizar aquel hallazgo ya que podría ser algo muy antiguo y de gran valor para la ciencia. Llegaron al lugar y se llevaron el trozo de tronco con la bestia para analizarlo.

Alguien dio una solución

Alguien dio una solución

Se supo la verdad

Mientras tanto, los leñadores se quedaron esperando a los resultados ya que, como habían sido ellos los que lo habían encontrado, querían saber de qué animal se trataba y por qué estaba ahí. El resto del día ya no fueron capaces de trabajar más, estaban nada más pensando en lo que había sucedido aquel día y el jefe les dio la tarde libre. Todos los hombres se fueron al bar y no podían dejar de hablar del hallazgo e imaginarse cosas sobre la historia del animal.

Se supo la verdad

Se supo la verdad

Al fin tuvieron noticias

Los análisis terminaron y se supieron todas las respuestas acerca de la bestia. Los mismos forenses fueron en persona a ver a los leñadores para darles la noticia y ellos estaban muy emocionados por saber todo. Resulta que lo que habían encontrado era nada menos que un animal momificado de manera natural por las sustancias del árbol. Ese animal se había metido allí quedando encajado y murió intentando salir. Se trataba nada menos que de un pobre perro.

Al fin tuvieron noticias

Al fin tuvieron noticias

Un perro momificado

Al parecer el pobre perro probablemente iba persiguiendo a una ardilla. La ardilla se metería dentro del árbol ya que estaba hueco por dentro y estos animales suelen vivir dentro de los huecos de los árboles. Como el hueco era muy grande, el perro cupo perfectamente y subió por el árbol hasta quedar atascado irremediablemente. Probablemente el aire hizo vacío y por eso no pudo salir más de allí. El oxígeno, las sustancias del cuerpo del animal y las del propio árbol, hicieron que su cuerpo se hiciera una momia natural.

Un perro momificado

Un perro momificado

Más respuestas

Incluso los forenses pudieron determinar no solo qué animal era y cómo había muerto, sino que también supieron que el perro llevaba muerto más de 60 años y que se trataba de un perro de caza de color blanco y marrón. Los leñadores estaban alucinando con todo aquello que les estaban diciendo los científicos y les dijeron que lo que habían encontrado no lo habían visto en su vida y que era algo de lo más singular.

Más respuestas

Más respuestas

Lo pusieron en el museo

Finalmente les preguntaron a los leñadores que qué querían hacer con el tronco y el perro momia, ya que al fin y al cabo lo habían encontrado ellos. Estos, ya lo habían pensado todo y habían hablado con el alcalde de dejar al perro en el museo del pueblo como algo curioso encontrado allí. Le pusieron un cristal para que no se deteriorase e incluso lo bautizaron con el nombre de “Stuckie” que literalmente significa “atascado”. Todo el pueblo y los turistas podían ahora disfrutar de aquella maravilla de la naturaleza.

Lo pusieron en el museo

Lo pusieron en el museo